Las cajas de Amazon 
Todos tenemos o hemos tenido en casa una de las famosas cajas sonrientes que destacan por su sencillez y simplicidad pero que, al mismo tiempo, capturan la esencia de la marca. Así es, como seguramente ya habrás imaginado, nos referimos a las cajas de la plataforma de ventas por internet más grande del mundo: Amazon.
Hoy en día, Amazon es líder en ventas minoristas a nivel mundial, pero no siempre fue así. Este negocio ha pasado por diversos cambios antes de llegar a ser el gigante de ventas que todos conocemos. Y hay mucho que aprender sobres su historia, por eso aquí te contaremos un poco sobre su evolución.

El desarrollo de esta plataforma de ventas por internet, en menos de treinta años, ha sido sorprendente, pues no solo ha crecido en términos económicos, sino que ha cambiado de rubro. En 1994, Jeff Bezos fundó Cadabra, una compañía dedicada a la venta de libros por internet —la tienda de libros más grande del mundo, según su eslogan—; sin embargo, el nombre no resultó muy popular, por lo que pronto hubo que cambiarlo por uno más amigable para el púbico. Al mismo tiempo, la plataforma comenzó a vender música, además de libros, entre algunos otros productos.
El nuevo nombre de la compañía debía reflejar el hecho de que, en un solo lugar, se podía comprar cualquier objeto —de la a a la z—, lo que llevó a los creativos directamente a la idea del Amazonas: un río de gran extensión que, además, en su mismo nombre contaba con ambas letras. Así fue como surgió Amazon. Una vez resuelta la búsqueda del nombre, quedaba pendiente el diseño del logotipo. Los primeros intentos se basaron en la idea del río y la letra A como símbolo de la marca. Pero, no fueron lo suficientemente exitosos y, en lo que respecta al diseño, dejaban mucho que desear.

No fue sino hasta 1998 que, gracias al trabajo de un equipo de diseño, la plataforma tuvo el logotipo que necesitaba, y que es muy similar al actual. Este dejó de lado la idea del río y de la A, y se basó en la tipografía y en el nombre completo de la tienda escrito en minúsculas (todas del mismo tamaño para evocar la igualdad de oportunidades de cada uno de los clientes) y color negro, que representa fuerza, elegancia y un estilo vanguardista. Así mismo, en este año, se incorporó la línea de color amarillo, que le añadía vitalidad a la imagen.

Finalmente, en el año 2000 se hicieron algunas modificaciones a este último logo que resultó ser un éxito. El nombre con una tipografía gruesa y en negro se mantuvo, al igual que el color amarillo como complemento. Lo que cambió fue la forma de la línea que subrayaba el nombre. Se le dio una forma más dinámica, ahora no es solo una línea, sino una flecha que va de la a a la z, remarcando la idea original de la marca —que en esta tienda es versátil, que puedes encontrar todo tipo de producto—. Además, la flecha amarilla es más gruesa en el centro que en las orillas, esto, junto con la curva cóncava y el final de la flecha forman una sonrisa. Así fue como llegamos al logotipo que hoy todos conocemos.

El impacto de esta flecha/sonrisa que forma parte del logotipo de Amazon ha sido tal, que es el componente principal de sus empaques. A diferencia de otras tiendas, el embalaje de Amazon no busca resaltar con colores, imágenes o un sofisticado diseño: la complejidad de sus cajas yace en el significado de su logo.
En definitiva, el caso de los empaques de Amazon y su logotipo son el ejemplo perfecto de que, muchas veces, menos es más.
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