El cartón y el vino

No hay nada más placentero y relajante que beber una copa de vino: esa bebida intensa y suave a la vez, cuyo sabor y aroma se impregnan en la m emoria. Beber vino es un gusto común alrededor del mundo, a pesar de que no todos los países ni todas las regiones son productores de esta deliciosa bebida. Afortunadamente para nosotros, vivimos en un mundo globalizado en el que el comercio internacional nos mantiene al alcance de casi cualquier producto.

La transportación de vino no es nada nuevo (desde milenios atrás se comercializaba y se transportaba en barricas), pero su relación con el cartón sí. Desde hace algunas décadas, la mejor manera para transportar botellas de vino ha sido mediante su embalaje en cartón. Y no debe sorprendernos, pues las ventajas del material en este tema son varias, incluso para el empaquetado de productos tan delicados como este.

Como todas las bebidas alcohólicas, el vino se contiene en botellas de cristal (que además son pesadas), por lo que su traslado es un proceso delicado, lo que no representa un problema para el cartón. Esto se debe a que se han diseñado cajas especiales para transportar botellas sin que estas se rompan. El secreto está en colocar separadores de cartón corrugado que evitan que las botellas choquen entre sí; al reducir el espacio dentro del empaque y poner una barrera tan resistente como el cartón, las botellas se quedan fijas. Al mismo tiempo, la caja de cartón corrugado las protege por la parte exterior (no solo de daños internos); el traslado de productos a gran escala y a nivel internacional no suele ser precisamente delicado, pero el cartón es un material resistente que brinda a las botellas la protección necesaria.
Este mecanismo puede parecer simple, pero la industria del cartón ha diseñado empaques que se ajustan al tamaño exacto de cada botella con el objetivo de mantenerla completamente fija y protegida. Lo que comenzó como separadores simples (es decir, una sola lámina de cartón entre las botellas) hoy ha llegado a ser un empaque en sí mismo, que cuenta con pestañas de doble protección tanto superiores como inferiores, con lo que ofrece mayor resistencia a impactos gracias a la cámara de aire del empaque. Dichas estructuras, además, cuentan con la ventaja de que están diseñadas para transportar diferentes cantidades de botellas, desde tres hasta dieciséis.
Este tipo de diseños tan específicos y que se ajustan al tamaño y la necesidad del producto solo son posibles con un material flexible y versátil, como lo es el cartón.
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