Ataúdes de cartón
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Para los mexicanos, noviembre es un mes en el que la presencia de la muerte es innegable. La tradición del Día de muertos, única en el mundo, se ha vuelto una fiesta característica de nuestro país. En estas fechas, sin importar nuestras creencias, tenemos muy presentes a todos nuestros seres queridos que ya han fallecido.
Por ello, esta es una buena oportunidad para reflexionar sobre nuestro paso por el mundo y lo que queremos dejar después de nuestra vida. A propósito del tema, en fechas recientes se ha popularizado el uso de ataúdes de cartón corrugado como sustituto para los de madera, gracias a las múltiples ventajas que este material representa para el medio ambiente.
Con la propagación del coronavirus, en ciudades como Hong Kong, debido a los altos índices de mortalidad y la rapidez con que las muertes ocurrían, los ataúdes de cartón corrugado fueron la mejor solución al problema de sanidad del momento. Una de las ventajas con las que cuentan estos ataúdes es que se queman mucho más rápido que los de madera. Aunque la reciente pandemia por covid-19 llamó la atención sobre estos artefactos de cartón, no son, en lo absoluto, una novedad.
Los ataúdes de cartón son un invento del siglo pasado. En Francia se han producido y comercializado desde hace 30 años, y desde 1998, este país cuenta con legislaciones que regulan las características y requerimientos de ataúdes tanto de madera como de cartón. Recientemente, en 2018, dicha legislación fue revisada y actualizada, en beneficio de la sostenibilidad y la igualdad de competencia entre comerciantes. Otro ejemplo de su uso es el Reino Unido, donde se han vuelto populares por motivos ecológicos; el hecho de que en tal país no haya regulación legal al respecto no ha representado un problema, por el contrario, ha permitido que su uso se vuelva más común. Finalmente, España es otro país en el que los féretros de cartón corrugado se utilizan cada vez más. En este caso debido, principalmente, a motivos económicos. Un ataúd de madera puede costar hasta mil euros, mientras que uno de cartón tiene un costo de entre 100 y 300 euros.
Los beneficios de este tipo de féretros son varios y en diversos aspectos. En primer lugar, se encuentra la sostenibilidad ambiental. El cartón corrugado se hace con material reciclado, lo que reduce 70% la energía empleada en su fabricación; por otro lado, estos tardan la mitad del tiempo en quemarse, por lo que consume la mitad de gas y emite 87% menos gases de efecto invernadero. Además, el cartón es biodegradable, de manera que no contamina el subsuelo en el que se entierra, pues no tiene barnices, plástico, ni otro elemento contaminante.
En segundo lugar, tenemos el aspecto económico. Como ya se ha mencionado antes, un ataúd de cartón puede costar hasta una décima parte de uno de madera. Esta diferencia de precios se basa únicamente en el costo de producción, ya que la calidad es la misma. Un ataúd de cartón soporta más de 100 kg, aunque solo pesa entre 10 y 12 kg, a diferencia de los de madera que suelen pesar 30 kg, lo que dificulta su transportación. En este mismo sentido, los féretros de cartón pueden trasladarse desarmados, por lo que pueden transportarse en mayores cantidades con un menor peso.
A pesar de sus múltiples ventajas, todavía se presenta cierta resistencia al uso de féretros de cartón, pues se considera menos formal o solemne. Sin embargo, estos ataúdes reflejan la misma importancia que cualquier otro al mismo tiempo que contribuyen a cuidar el medio ambiente. Formando parte, así, de un mejor futuro para todos.
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