Ofrendas que nunca mueren
Noviembre llegó y con él todas las casas mexicanas se pintan de naranja para celebrar una de las tradiciones más importantes del país: el Día de Muertos. Considerada patrimonio de la humanidad, esta celebración ha perdurado por siglos y cada época deja en ella una nueva huella.
En el contexto actual, en el que existe una preocupación constante por lo sostenible, la atención de la sociedad se ha centrado en las grandes cantidades de basura que las ofrendas (o altares de muerto) dejan a su paso: desde alimentos y flores, hasta plásticos de lenta descomposición. Por ello, cada vez son más las propuestas de un montaje sostenible de los altares.
Algunas de estas ideas se basan en el reciclaje. Por ejemplo, reutilizar materiales como el papel picado o los vasos de velas y hacer composta con las flores y alimentos descompuestos. Otra propuesta consiste en sustituir los materiales “desechables” por otros más duraderos. Un ejemplo sería remplazar el papel picado por figuras tejidas o, incluso, hacer diseños propios en hojas de colores, las cuales son menos frágiles y, por tanto, más duraderas que el papel china. Asimismo, se propone sembrar flores de cempasúchil en macetas, para que estas sigan vivas y puedan estar en la ofrenda año con año.
No obstante, si lo que buscas es hacer una ofrenda sostenible, económica y práctica, el cartón es la mejor opción. Si bien ya es una práctica común usar las cajas de cartón que guardamos durante todo el año para montar una ofrenda de varios niveles, la presencia de este material ha evolucionado dentro de la tradición del Día de Muertos. Actualmente, son muchas las tiendas (locales e internacionales) que distribuyen elementos propios de los altares hechos con cartón. Entre ellos, encontrarás desde el altar mismo, hasta calaveritas personalizadas. La venta de este tipo de productos se ha popularizado, pues ofrecen algunas ventajas como las que se mencionan a continuación.
En cuanto a los altares de cartón, estos los puedes encontrar lisos, es decir, sin diseño, para personalizarlos, lo que, además, puede ser una excelente actividad para inculcar las tradiciones en los niños. Pero si prefieres lo práctico y rápido, puedes comprar los altares listos para montar; estos ya cuentan con un diseño que muestra todos los elementos de una ofrenda. También las calaveritas e, incluso, el papel picado, pueden ser sustituidos por cartón, ya sea que compres los diseños prefabricados o que hagas los propios en casa.
Todos estos productos, ya sean de cartón reciclado o no, pueden reutilizarse año con año en las ofrendas, lo que reduce considerablemente la producción de basura en esta temporada. Además, es una forma fácil y rápida de montar un altar de muertos.
La sostenible será nuestro aporte como generación a esta tradición milenaria: hagamos que las tradiciones perduren sin dañar el medio ambiente.
Ahora bien, si prefieres hacer una ofrenda más tradicional, aquí te dejamos una guía de los niveles y elementos que la componen.
La cantidad de niveles que componen una ofrenda depende de la tradición de cada localidad, estas pueden tener dos niveles, que representan el cielo y la tierra; tres, que son el cielo, la tierra y el inframundo; o de siete niveles representando los distintos estados por los que el alma humana puede pasar al fallecer.
- Primer nivel: se coloca una imagen de la virgen o del santo del que se sea devoto. También se puede poner una cruz.
- Segundo nivel: en este nivel se coloca una imagen de las ánimas del purgatorio, un vaso de agua y un espejo, para que las almas se vean y no olviden su condición de muerto y, de esta manera, no se quede vagando en este mundo.
- Tercer nivel: aquí va la sal, la cual ayuda a purificar el espíritu de los niños en el purgatorio y también para que no se corrompa el cuerpo de los muertos.
- Cuarto nivel: el nivel en donde se colocan los panes de muerto, los cuales simbolizan la eucaristía. Estos panes deben ir siempre en números pares.
- Quinto nivel: es el lugar para la comida, bebida y fruta preferida de los difuntos.
- Sexto nivel: el lugar para colocar la fotografía de la persona a la que se le hace la ofrenda.
- Séptimo nivel: finalmente formamos una cruz con semillas, frutas o cal, lo que sirve para que el difunto expíe sus culpas. También se puede usar una cruz normal o de ceniza.
Recuerda que puedes formar estos niveles usando cajas de cartón que tengas en casa, de esta forma puedes reciclar y hacer tu ofrenda más resistente.
Algunos de los elementos que no pueden faltar en ninguna ofrenda son los siguientes:
- Flor de cempasúchil: de color brillante y con su particular aroma, el cempasúchil guía a los muertos hasta la ofrenda, por lo que es usual colocar un camino de pétalos.
- Incienso: este elemento también se coloca en la ofrenda por su aroma, ya que con él se purifica el alma de los difuntos.
- Artículos favoritos del difunto: toda ofrenda cuenta con la comida y bebida preferida de aquellos a quienes les dedicamos la ofrenda, con ellos les recordamos los momentos agradables de su vida.
- Calaveras: tampoco pueden faltar las tradicionales calaveritas de azúcar o chocolate, que representan la muerte y la manera alegre que tenemos los mexicanos de verla.
- Mantel: el mantel debe ser de color blanco, ya que representa la pureza y el cielo.
Por lo general, las ofrendas cuentan con la representación de los cuatro elementos; por ejemplo, el fuego se representa mediante velas y cirios, que también son la luz que alumbra el camino de las almas. También se debe colocar un vaso de agua para calmar la sed de los difuntos. El aire se encuentra en el papel picado, pues se cree que cuando este se mueve es porque un alma ha pasado por el altar. Finalmente, la tierra se representa con aserrín, semillas y granos; estos elementos nos recuerdan que venimos de la tierra y hacia allá nos dirigimos.
Ya sea que compres una ofrenda completamente hecha de cartón o que montes una con cada elemento, este 1 de noviembre no dejes pasar la oportunidad de recordar a los seres queridos con esta tan importante tradición mexicana.


